Prestadero señala tres consignas para el ahorro personal: El ahorro no es opcional y es parte de mi vida; permite alcanzar metas; y me deja vivir tranquilo pues es mi aliado para el futuro.
Ciudad de México a 2 de enero de 2023.– Buscas una vida tranquila sin sobresaltos financieros, entonces la clave es el ahorro y la inversión para este Año Nuevo. Prestadero, la primera comunidad de préstamos entre personas en Internet en México, recomienda 3 consignas para el ahorro personal, y menciona algunas opciones para invertir.
De acuerdo con la consultora Kantar, 3 de cada 10 hogares (31%) en México consideran que su economía empeoró en 2022, dato 5% mayor respecto a 2021. La mayoría de las familias (27%) no tienen un panorama claro de la economía y no logran identificar si 2022 presentó avances comparado con años previos.
Con la llegada de 2023, el panorama económico es incierto. Se dice que la recuperación económica solo puede durar hasta 2024. El mayor impacto en los hogares son los altos precios de los bienes de consumo masivo. En este entorno de tiempos difíciles, ahorrar e invertir pueden ser muy rentables si se conocen las opciones.
Para Gerardo Obregón, Fundador y Director General de Prestadero.com, entre las razones para no ahorrar o invertir se encuentran: falta de conocimiento sobre los instrumentos o formas de ahorro e inversión, así como su funcionamiento, e ingresos bajos que a duras penas alcanzan para sobrevivir. Pero existen varias opciones, sólo es cuestión de buscar bien, informarse y comenzar a crear un hábito.
Cuando se trata de finanzas personales, los ahorros deben verse como el punto de partida para todas nuestras metas y objetivos personales. Si entendemos esto, podremos actuar día a día hasta que se convierta en un hábito. Entonces, si no tienes ni una moneda ahorrada en el bolsillo, te diremos 3 consignas para que el ahorro que haga cambiar de opinión y empezar a hacerlo:
- El ahorro no es opcional y es parte de mi vida. Por lo general las personas ahorran sólo cuando pueden o cuando les sobró algo, pero esta acción la pueden hacer todas las personas en la medida de sus ingresos y gastos. El ahorro debe ser un hábito dentro de sus vidas y nunca es tarde para empezar. El ahorro no es lo que me sobra, ni me lo gasto a la primera oportunidad, sino se debe incluir como parte de su presupuesto y asignarle un porcentaje fijo, que podría ser de alrededor de 10% de los ingresos.
- El ahorro me permite alcanzar metas. Además de ayudarnos en salir avante ante cualquier emergencia, quizá de salud, sismo o desempleo, también se puede usar para salir de viaje, estudiar, casarse, etc. Generalmente vivimos al revés. Alcanzamos metas a través del crédito, en lugar de ahorrar y tener lo que queremos sin endeudarnos y sin pagar costos excesivos por intereses, cargos moratorios, penalizaciones o comisiones.
- El ahorro me deja vivir tranquilo y es mi aliado en el futuro. El ahorro permite tener lo que se puede pagar y tener para urgencias, esto hace liberarnos de deudas, es decir, se hace a un lado el estrés financiero. Y para el futuro no hay mejor aliado que el ahorro pues nadie nos va a mantener cuando seamos adultos mayores.
Dicen que el dinero no da la felicidad, pero ¡cómo ayuda! Y es que vivir sin el estrés que provocan las deudas y el andar sin una moneda en la bolsa son situaciones por las que uno debiera de trabajar siempre. Entonces, hay varios instrumentos para el ahorro, que nos dan estabilidad y tranquilidad, como cuenta de ahorro; Afores; seguros, fondos de inversión y Fintech, como Prestadero que te permiten invertir a través de una plataforma de préstamos en la que ayudas, mediante el crédito, a otras personas a alcanzar sus objetivos y a cambio obtendrás una tasa de interés que dependerá del tipo de proyecto que estés dispuesto a financiar.
Entonces, aún en tiempos difíciles, ahorrar e invertir debería ser una rutina diaria para los mexicanos. Decidir no hacer nada más que gastar tu dinero es perder grandes oportunidades para hacerlo crecer. Sin embargo, te invitamos a ahorrar e invertir desde ahora, concluyó Obregón.
